El organismo femenino está sometido a cambios hormonales especiales, debido a los ciclos menstruales y  a la menopausia, que llevan consigo frecuentemente síntomas desagradables.

El síndrome premenstrual (PMS) se produce en la mayoría de los casos por un aumento de estrógenos y una disminución de la progesterona. Estas oscilaciones del nivel de hormonas aparecen aproximadamente de 3 a 8 días antes de la menstruación y pueden ocasionar los conocidos síntomas como, por ejemplo,  cambios de humor,  irritabilidad,  pechos sensibles, depresiones y tensión.

Durante la menopausia la producción de estrógenos del organismo se hace más lenta y la ovulación se produce cada vez con menos frecuencia hasta que finalmente termina. Debido al cambio del nivel hormonal aproximadamente un 80% de las mujeres padecen en la menopausia trastornos como acaloramiento, dolor, fatiga y cambios del estado de ánimo y depresiones.

Las mujeres que sufren las consecuencias de estos síntomas causados por las hormonas pueden compensar los cambios hormonales mediante sustancias naturales y reducir los trastornos típicos de la menopausia y de los ciclos menstruales. Especialmente los ácidos linólicos gamma y las vitaminas del grupo B contribuyen a mantener el equilibrio del metabolismo en el cuerpo de la mujer.

Los ácidos linólicos gamma son ácidos grasos no saturados de forma múltiple que favorecen, como elemento básico de la vida, los procesos de metabolismo de nuestro cuerpo hasta edades avanzadas. Los aceites vegetales como por ejemplo el aceite de onagra, el aceite de borraja y el aceite de grano de grosella contienen una elevada proporción de ácidos linólicos gamma. Los ácidos linólicos gamma activan bioprocesos complicados en el metabolismo del cuerpo. Actúan también psicológicamente, contribuyen a mantener el bienestar, la concentración y la alegría de vivir. Además favorecen el metabolismo de la piel y se consideran como productos de belleza internos.

La vitamina E importante para la piel, la biotina, el ácido fólico y sobre todo las vitaminas B tienen así mismo efectos equilibrantes en el nivel hormonal. Además contribuyen a fortalecer el cabello y las uñas, especialmente la biotina y el ácido fólico.

Debido a que, principalmente durante la menopausia, la menstruación y también al tomar la píldora, con frecuencia aumenta la necesidad de obtener sustancias vitales, es recomendable un complemento razonable a la alimentación. Junto con las vitaminas B el valioso aceite de onagra, el aceite de borraja y el aceite de granos de roseta con un alto contenido en ácido linólico gamma contribuyen especialmente a mantener el equilibrio en el cuerpo de la mujer hasta edades avanzadas.